Estoy cansada de oír, vivir y sentir malas noticias. ¿No pasa nada bueno? ¿De verdad todo lo que sucede es negativo? ¿No será que no se difunden buenas noticias porque no “vende”? A diario compruebo que a pesar de los pesares todos tenemos alegrías a nuestro alrededor: la sonrisa de nuestros hijos, una pequeña gestión que sale bien, un obsequio insignificante que nos dan con cariño, muchos que conservan su trabajo, el paseo en familia, un café tomado con un amigo, la satisfacción del deber cumplido, matrimonios que llegan a la ancianidad felices, un fallecimiento que sobrellevamos bien por sentirnos acompañados, levantarnos cada día, poder contemplar de nuevo el sol, advertir que llegar cansados a la noche significa que he disfrutado de otro día, el partido que gana nuestro equipo o si lo pierde pongo la esperanza en que la próxima vez será. Y un largo etc. A propósito me he fijado en detalles muy pequeños, ya que son en ellos donde podemos encontrar el primer paso de las grandes aspiraciones. ¿Separaciones, muertes, terremotos? Si, pero no dejemos que la luna nos impida ver el sol que viene detrás. Y por supuesto pongamos nuestra mirada en metas reales sino la insatisfacción será permanente.
Creo que esto debiera hacernos reflexionar muy profundamente. Si hiciésemos una encuesta a nivel general no creo que a los católicos " de a pie" nos definiesen como personas alegres y, desgraciadamente, es verdad. Si fuésemos conscientes de lo que creemos la alegría debiera inundarnos y desbordarse por todos nuestros poros, (hijos de Dios, semejanza de Dios). Creo que debemos pararnos en nuestro angustioso mundo y meditar un poco sobre la alegría. Si llevamos a Jesús en el corazón debiéramos estar alegres, tranquilos y en paz y nuestra cara debiera esbozar de forma natural una sonrisa permanente y contagiosa. Yo, al menos, que lejos estoy de eso y eso es un gran peligro; quien no vive como piensa acaba pensando como vive". !Que Santa María de la Alegría inunde nuestros corazones con ese don que debiera ser nuestra carta de presentación ante un mundo escéptico e increyente!. Un abrazo Pilar
ResponderEliminar... Pues estoy de acuerdo en todo lo que dices...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo. Sin embargo, me parece que el problema es que en este mundo globalizado, vivimos, en general, demasiado hacia afuera, muy pendientes de lo que pasa en el mundo y, quizá, un poco olvidados de lo que pasa en nuestra casa, que es donde vamos a encontrar la verdadera alegría.. si la buscamos
ResponderEliminarTambién podría ser que ponemos nuestra felicidad en conseguir cosas materiales y desconocemos que el hombre es un saco sin fondo que solo lo puede llenar Dios. Siempre queremos más y más. Más cosas y mejores. Mientras abrimos un regalo ya estamos mirando el siguiente. Nunca estamos satisfechos y eso es natural. Me explico; Queremos todo porque en el fondo a quien queremos y buscamos, aún sin saberlo, es a Dios. El es el Todo, el único que puede colmar nuestras vidas. Al nacer nacemos heridos de Dios y sólo encontramos la paz, como decía San Agustín, cuando volvemos a Ël. Un abrazo.
ResponderEliminarDaniel: tienes mucha razón en lo que dices
ResponderEliminarShlomo: La verdad es qu esabemos cual es la solución a nuestras vidas y sin embargo nos empeñamos en ir contra lo que deberíamos hacer
ResponderEliminarEs que la alegria la dan las cosas sencillas y habitualmente andamos con temas complejos y sofisticados y nos perdemos los detalles. A ver si paro y saboreo el hoy y en el hoy el momento actual.
ResponderEliminarMªPilar: cuándo aprendas el secreto , por favor me lo cuentas
ResponderEliminardeberiamos aprender a valorar i amar lo que tenemos, la sociedad nos empuja a querer mas y dejamos de lado o no vemos, que las cosas mas simples son las que nos hacen mas felices, todo va llegando no nos sintamos insatisfechos, por las cosas que no tenemos y queremos, y agradezcamos las que si tenemos, saludos a todos¡¡
ResponderEliminarHola Anna: ¡ pues vamos a por ello!
ResponderEliminarhola a todos, estoy totalmente de acuerdo que las pequeñas cosas que te da la vida , son las mas valorables.Les cuento algo pequeño,que para mi fue inmenso, el 22 de enero fue mi aniversario de casada cumplimos 18 años, y el mejor regalo fue el de mi hijo tobias de nueve años que me regalo una bella carta que decia lo mucho que me queria y que apreciaba todo cuanto habia hecho por él. eso es el mejor regalo que la vida te puede dar ,para mi ese papel lleno de amor vale oro puro y no lo cambio por nada en el mundo.
ResponderEliminarHola Adriana, felicidades por tu aniversario y por tener un hijo tan sensible
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