Caras de pocos amigos las
encuentro a diario. Caras alegres también se ven, casi siempre a personas
rodeadas de amigos o familiares. Se cumple el aforismo de que los problemas
compartidos pesan menos. Las recientes campañas navideñas muestran, de modo más
evidente, cómo hay muchísimas personas que sí dedican su vida, ese tiempo que
tanto cuesta dar, a un motivo altruista. Llegará el día de navidad
y algunos estarán solos, otros tristes y los más intentarán mostrar que toca
estar contento. Propongo que no sea el almanaque quien imponga las decisiones de
lograr una sociedad más habitable, que cada quien decida qué sociedad desea para
sí mismo y que luchemos para conseguir los ideales por los que vivieron
personajes como Madiba, Gandhi o Jesucristo.
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