Leyendo la prensa o viendo las noticias podría deducirse que resulta difícil fiarse de ciertos personajes como los políticos, los que ejercen altos cargos o los que deciden sobre temas que nos incumben a todos. A pesar de lo evidente estoy convencida de que hay entre todos ellos algunos que siguen obrando bien, que son rectos y que van más allá de los intereses personales. Convivir con personas que se mueven con unos ideales éticos y que luchan por ser coherentes, me induce a pensar que no todo son egoísmo. Los ejemplos heroicos de personas que conozco me convencen de que a pesar de las evidencias en sentido contrario, para muchos, la bondad, la generosidad, el olvido de si mismos y la caridad siguen siendo sumodus vivendi. Tengo confianza en el hombre, aunque unos pocos no muestren con sus actos ser dignos de ella
Puf!
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