¡ Corred que se cae la pantalla! Es el único instante en el que al estallar la tormenta en Cuatro Vientos temimos por alguna desgracia. Falsa alarma. La pantalla estaba bien sujeta y aunque remojados , continuamos la vigilia con más ilusión, si es que eso era posible. La noche fue un continuo ir y venir. Un rato de vela, colas para buscar agua, colas para ir a los baños… y sin embargo todos estábamos felices, sonrientes, esperanzados. Esta es la palabra que quizá puede definir la semana vivida en Madrid: había un ambiente de que hay otra juventud, de que hay muchos jóvenes que no salen a diario en los medios, que no sobresalen por ser ruidosos, que viven con fe y saben que otro mundo es posible. Nos encontramos en el Bernabeu: unos rezaban, otros bailaban, otros asistían a Misa a las 12 de la noche. Nos encontramos en el Vicente Calderón, el resultado del partido era lo de menos: gritos a Benedicto XVI, gritos de los que iban a favor de España, gritos de los estaban a favor del equipo del resto del mundo. Nos encontramos en las catequesis, escogimos la que se celebró en la catedral Castrense en la que 30 militares recibieron por primera vez los sacramentos. La emoción fue indescriptible. Vagábamos por el metro a altas horas de la madrugada y siempre encontrábamos grupos coreando al unísono: “esta es la juventud del Papa”. Para nosotros fue una inyección de optimismo y seguridad, de que como cantamos en tantos momentos: Firmes en la fe caminamos en Cristo nuestro amigo.miércoles, 24 de agosto de 2011
JMJ Madrid 2011 Se cae la pantalla
JMJ se cae la pantalla
¡ Corred que se cae la pantalla! Es el único instante en el que al estallar la tormenta en Cuatro Vientos temimos por alguna desgracia. Falsa alarma. La pantalla estaba bien sujeta y aunque remojados , continuamos la vigilia con más ilusión, si es que eso era posible. La noche fue un continuo ir y venir. Un rato de vela, colas para buscar agua, colas para ir a los baños… y sin embargo todos estábamos felices, sonrientes, esperanzados. Esta es la palabra que quizá puede definir la semana vivida en Madrid: había un ambiente de que hay otra juventud, de que hay muchos jóvenes que no salen a diario en los medios, que no sobresalen por ser ruidosos, que viven con fe y saben que otro mundo es posible. Nos encontramos en el Bernabeu: unos rezaban, otros bailaban, otros asistían a Misa a las 12 de la noche. Nos encontramos en el Vicente Calderón, el resultado del partido era lo de menos: gritos a Benedicto XVI, gritos de los que iban a favor de España, gritos de los estaban a favor del equipo del resto del mundo. Nos encontramos en las catequesis, escogimos la que se celebró en la catedral Castrense en la que 30 militares recibieron por primera vez los sacramentos. La emoción fue indescriptible. Vagábamos por el metro a altas horas de la madrugada y siempre encontrábamos grupos coreando al unísono: “esta es la juventud del Papa”. Para nosotros fue una inyección de optimismo y seguridad, de que como cantamos en tantos momentos: Firmes en la fe caminamos en Cristo nuestro amigo.
¡ Corred que se cae la pantalla! Es el único instante en el que al estallar la tormenta en Cuatro Vientos temimos por alguna desgracia. Falsa alarma. La pantalla estaba bien sujeta y aunque remojados , continuamos la vigilia con más ilusión, si es que eso era posible. La noche fue un continuo ir y venir. Un rato de vela, colas para buscar agua, colas para ir a los baños… y sin embargo todos estábamos felices, sonrientes, esperanzados. Esta es la palabra que quizá puede definir la semana vivida en Madrid: había un ambiente de que hay otra juventud, de que hay muchos jóvenes que no salen a diario en los medios, que no sobresalen por ser ruidosos, que viven con fe y saben que otro mundo es posible. Nos encontramos en el Bernabeu: unos rezaban, otros bailaban, otros asistían a Misa a las 12 de la noche. Nos encontramos en el Vicente Calderón, el resultado del partido era lo de menos: gritos a Benedicto XVI, gritos de los que iban a favor de España, gritos de los estaban a favor del equipo del resto del mundo. Nos encontramos en las catequesis, escogimos la que se celebró en la catedral Castrense en la que 30 militares recibieron por primera vez los sacramentos. La emoción fue indescriptible. Vagábamos por el metro a altas horas de la madrugada y siempre encontrábamos grupos coreando al unísono: “esta es la juventud del Papa”. Para nosotros fue una inyección de optimismo y seguridad, de que como cantamos en tantos momentos: Firmes en la fe caminamos en Cristo nuestro amigo.
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Chimenea para meditar
Esta foto la hice para vosotr@s
Amigos que nos han visitado
Yo lo vi por televisión y no me perdí nada. Estuve entusiasmado con "la Juventud del Papa". !Qué cierto es eso de que siempre mete más ruido un solo árbol cayendo que todo un bosque creciendo ! Ese bosque es fruto de la semilla que plantó el Beato JPII y que Benedicto XVI alimenta y riega con la fuerza del Espíritu día a día. !!Cuando bajo al aguacero cantábais, emPAPAte!! fue precioso.
ResponderEliminarRecemos ahora para que de mucho fruto y salgan numerosas y santas vocaciones. Un abrazo en María, Pilar
Yo me quedo con las palabars de un profeta de nuestro tiempo: "Sky pilot.....sky pilot
ResponderEliminarHow high can you fly
You never, never, never reach the sky"
Ojalá pronto se descorra el velo que envuelve toda esa inconciencia e ignorancia. Anhelo una juventud responsable y abierta al futuro, ajena a la manipulación de estos poderes ancestrales que la ponen de rodillas.Me avergüenza y me duele una juventud tan servil por miedo a la realidad.
Anónimo: te veo algo estricto de miras y poco respetuoso con las ideas de los demás...Hasta pronto, Pilar
ResponderEliminarSlomo: me alegra que pudieras ver todo por la tele, estar allí fue impresionante.
ResponderEliminarAnónimo; quien no cree en Dios acaba creyendo en cualquier cosa. Mira lo que te rodea; videntes del tres al cuarto en todas las cadenas televisivas, liberación de la mujer que se ha limitado a poder usarla y abusarla sin ningún escrúpulo, una juventud perdida y sin ideales que busca en las drogas, el botellón y el sexo rápido llenar su vacío. El hombre, anónimo, es un saco sin fondo que sólo puede llenar Dios. Esa juventud católica de la que te avergüenzas es la juventud que, a pesar de sus limitaciones y miedos y apegos, acaba comprometiendo su vida entera por los demás, esa es la juventud que va a servir y enterrar su vida en Misiones (no los jóvenes indignados ni los de litrona), la juventud que decide optar por la vida (aunque la muerte sea más cómoda), optar por el bien (aunque el mal sea más seductor). Una juventud que se arrodilla ante Dios para no arrodillarse ante los poderes, la política, el consumismo, el sexo, el relativismo. Una juventud, en fin, consciente de su dignidad (imagen y semejanza de Dios y Templo del Espíritu Santo)que se pone al servicio de su Creador abriendo sus brazos a un mundo necesitado de amor, comprensión y perdón. !!!VIVA LA JUVENTUD DEL PAPA !!!
ResponderEliminarYo veo un inmninente choque entre fe y razón en las sociedades europeas con la fuerza de dos locomtoras. No creo que sala bine librado el mundo occidental. Pues cada facción se considera así misma superior a la contraparte. Yo diría a los chavales sálvese quien pueda. Las vanguardias tanto de uno como de otro bando van de muy buen ánimo, peroen las retaguardias hay mucho desconcierto y desilusión tanto de la fe como de la razón. Venga pues, veamos lo que nos depara el destino a Europa.
ResponderEliminarFe y razón no son en absoluto antagónicas. La fe es racional y razonable. No existe unicamente lo que se puede demostrar. El amor no se puede razonar, se experimenta y se ven sus resultados, no es medible, analizable biológicamente, etc, pero el que está enamorado lo siente y sabe que es real. Lo mismo ocurre con la fe. Yo no te puedo convencer de nada, pero tu no puedes negarme que yo tenga fe y que mi fe sea real, experimentable y transformadora. El mundo lo destroza la economía pero lo hace progresar los poetas, los idealistas y los hombres con fe. En las retaguardias existe desánimo, como dice, pero va creciendo como en el abono flores nuevas de una juventud que no quiere someterse al Mal y quiere caminar por el verdadero Camino. Cristo, Camino, Verdad y Vida. "eUROPA SÉ TÚ MISMA, Y VUELVE A TUS RAICES CRISTIANAS QUE SON LAS QUE TE HAN CONFIGURADO"
ResponderEliminarSlomo: Estoy contigo cuando afirmas que hay una juventud en la que podemos y debemos confiar
ResponderEliminarAnónimo: veo poca esperanza en tu vida, confío en que el futuro será diferente de lo que tu ves. En todo caso, parte de lo que será el mañana depende de lo que hagamos hoy. Yo prefiero pensar en positivo y confiar en que podemos y debemos ir de la mano unos y otros, las peleas y enfrentamientos constantes ni stisfacen ni llevan a nada.
ResponderEliminarSi se me permite expresar: Fe y razón son completamente antagónicas. Desde la fe la razón es un mero sirviente para armar modelos teológicos muy complejos con los cuales ya se tiene la última respuesta revelada pero incompetente para responder al hombre en sus desafíos actuales. Desde la fe se ve una mancha en el hombre cuando quiso ser él mismo y lo encierra en un drama supuestamente universal entre el bien y el mal. Se argumenta mucho ahora el dar sentido a la vida humana pero en función de esa misma fe. Europa ya vivió de ese modo absoluto por casi 1000 años y cambiar eso ha tomado casi 500 años y ha sido brutal, ya no podemos dar marcha atrás. NO MAS AUTOS DE FE provengan de donde provengan.
ResponderEliminarPara Anónimo: A mí me han preguntado los niños en la escuela acerca de lo que han visto en el televisor, de todo el cariño y fervor que la gente le prodiga al Papa. Y me permitido decirles que crean en la disciplina, que tengan confianza en sí mismos y sobre todo que respeten sus conciencias y sus cuerpos y que nadie tendrá entonces poder alguno sobre ellos, que conozca sus talentos y capacidades para ponerlos al servicio de su comunidad y nadie les tendrá que asegurar el cielo.
ResponderEliminarHola Anónimo: De acuerdo con lo que dices, únicamente añadir, que si las cosas no se hacen por/con amor.... resulta un poco duro y no sé si tiene mucho sentido, el hacer por hacer.
ResponderEliminarGracias por tu opinión